Cuestionario Honey Alonso de Estilos de Aprendizaje - CHAEA

 Cuestionario Honey Alonso
de Estilos de Aprendizaje
CHAEA


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Identificar el estilo de aprendizaje nos permitirá conocer
como procesa y articula un evaluado la información,
por ende, podremos comprender mejor o conjeturar
como será su toma de
decisiones.

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¿Qué es el test de Honey Alonso?

El Cuestionario Honey Alonso de Estilos de
Aprendizaje (CHAEA
) es una herramienta importante
en el proceso enseñanza- aprendizaje ya que permite
al docente diseñar actividades adecuadas para un
grupo en específico teniendo en cuenta las preferencias
de los estudiantes al conocer el estilo de
aprendizaje de los mismos.
 


¿Cuáles son los estilos de aprendizaje según Honey Alonso?

Alonso, Gallego y Honey (1997, p. 62) afirman que los estudiantes,
en los distintos niveles educativos, aprenden con mayor
efectividad cuando se les enseña acorde a sus estilos
de aprendizaje predominantes
; este supuesto, surgió a
partir de un estudio de la relación rendimiento
académico y estilos de aprendizaje.


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Y COMPRENSION


EL ESTILO

El concepto de estilo en el lenguaje pedagógico suele
utilizarse para señalar una serie de distintos
comportamientos reunidos bajo una sola etiqueta.

Los estilos son algo así como conclusiones a las que
llegamos acera de la forma cómo actúan las personas.
Nos resultan útiles para clasificar y analizar
los comportamientos. Tienen el peligro de
servir de simples etiquetas.

Aunque para algún autor el estilo es algo superficial
compuesto por comportamientos externos,
sin embargo, pensamos que el estilo es bastante
más que una mera serie de apariencias.

Desde la perspectiva fenomenológica las característica
estilísticas son los indicadores de superficie de dos
niveles profundos de la mente humana: el sistema
total de pensamiento y las peculiares cualidades
de la mente que un individuo utiliza para
establecer lazos con la realidad.

Este punto de vista significa que características
personales como la preocupación por del detalle o
el uso fácil de la lógica para determinar la verdad,
la búsqueda de significados, la necesidad de
opciones no son simples casualidades sino
elementos muy unidos a elementos psicológicos.

Cuando Gregorc (1979) y otros a autores estudiaron,
en los años setenta, los comportamientos característicos

de los alumnos brillantes, dentro y fuera del aula,
encontraron aspectos muy contradictorios.
Unos tomaban muchos apuntes, otros casi no
anotaban una línea. Unos estudiaban cada noche y otros
sólo antes de los exámenes, y así ocurría en
otras áreas y actividades.

Poco a poco los investigadores fueron comprobando
que las manifestaciones externas respondían por una
parte, a disposiciones naturales de cada individuo
y por otra, a resultados de experiencias
y aprendizajes pasados.


QUÉ SON LOS ESTILOS DE APRENDIZAJE

El análisis de los Estilos de Aprendizaje ofrece
indicadores que ayudan a guiar las interacciones
de la persona con las realidades existenciales.
Facilitan un camino, aunque limitado,
de auto y heteroconocimiento.


La mayoría de los autores coinciden
en que los Estilos de aprendizaje son como
la mente procesa la información o como es influida
por las percepciones de cada individuo.


Veamos en concreto algunas de las definiciones
más significativas, analizando sus peculiaridades.

 Para R. Dunn, K. Dunn y G. Price (1979),
estilo de aprendizaje es:

“la manera por la que 18 elementos diferentes
(más delante los aumentaron a 21), que proceden
de 4 estímulos básicos, afectan a la habilidad de
una persona para absorber y retener”  

Se trata de una definición descriptiva adaptada a la misma
taxonomía de estilos que estos autores propugnan.
Otra crítica habitual contra esta definición consiste
en señalar la ausencia del elemento inteligencia.


Hunt (1979) describe estilos de aprendizaje como: 

“las condiciones educativas bajo las que un discente está en
la mejor situación para aprender, o qué estructura necesita
el discente para aprender mejor”


Leichter (1973) profesor de educación de Teachers
Collage, Columbia University, NY, ha estudiado lo
que él llama Estilo Educativo.

Muchos de los puntos de su análisis
coinciden con lo que nosotros
hemos denominado Estilo de Aprendizaje,
por ejemplo, cómo los individuos de diferencian
en el
modo de iniciar, investigar, absorber, sintetizar
y evaluar las diferentes influencias educativas
en su ambiente, y de integrar sus experiencias,
y la rapidez del aprendizaje, etc.


¿Dónde está, pues, la diferencia entre
Estilos educativos y Estilo de aprendizaje?

El concepto de educación es más amplio, dirige su
atención no solamente al aprendizaje, si no también
a la manera en que un individuo se compromete, se
orienta o combina varias experiencias educativas.

Los estilos educativos, según Leichter, se aprenden en la
interacción con los demás, y además se
confirman, modifican o adaptan.

Los elementos del estilo educativo son dinámicos, y
están siempre en relación, necesitan un espacio amplio
de tiempo para que puedan ser estudiados a fondo.
Tienen un carácter social.


Desde nuestro punto de vista, una de las definiciones
más claras y ajustadas es la que propone Keefe (1988)
y que hacemos nuestra:

Los Estilos de Aprendizaje son los rasgos cognitivos,
afectivos y fisiológicos, que sirven como indicadores
relativamente estables, de cómo los discentes perciben,
interaccionan y responden a sus ambientes de aprendizaje.

Cuando hablamos de estilos de aprendizaje estamos
teniendo en cuenta los rasgos cognitivos, incluimos
los estudios de psicología cognitiva que explica la
diferencia  en los sujetos respecto a la forma de conocer.
Este aspecto cognitivo es el que caracteriza
y se expresa en los estilos Cognitivos.


Cuatro aspectos fundamentales nos ayudan
a definir los factores cognitivos:

- Dependencia-independencia de campo. (1)
- Conceptualización y categorización. (2)
- Relatividad frente a impulsividad. (3)
- Las modalidades sensoriales. (4)


(1) El factor dependencia- independencia de campo ha sido
estudiado por muchos autores- entre los que sobresale
Witkin- que, generalmente, a partir del test de

figuras ocultas diagnostican los niveles
de dependencia o independencia.

En las situaciones de aprendizaje, los dependientes de
campo prefieren mayor estructura externa,
dirección
e información de retorno (feedback),
están más a gusto
con la resolución
de problemas en equipo.

Por el contrario, los independientes de campo
necesitan menos estructura externa e información
de retorno, prefieren la resolución personal de
los problemas y no se sienten tan a gusto
con el aprendizaje en grupo.


(2) Kagan (1963) ha investigado durante años el factor
conceptualización y categorización.

Los sujetos demuestran consistencia en cómo
forman y utilizan los conceptos, interpretan la
información, resuelven problemas.

Hay quien prefiere un enfoque
relacional-contextual
y otros un enfoque analítico-descriptivo.

Generalmente el relacional se asocia con
los niños y el analítico con los adultos.


(3) La dimensión reflexividad-impulsividad parece cercana a
la noción de “precaución” y “aceptación de riesgo”,
objetiva las diferencias en rapidez y adecuación de
respuesta ante soluciones alternativas
que exigen un pronunciamiento.


(4) Las modalidades sensoriales preferidas por cada
sujeto es,
sin duda, otro elemento que debe analizarse.

Los individuos se apoyan en distintos sentidos
para captar y organizar la información, de forma
que algunos autores la esquematizan así:

- Visual o icónico lleva al pensamiento espacial.
- Auditivo o simbólico lleva al pensamiento verbal.
- Cinético o inactivo lleva al pensamiento motórico.


También incluimos los rasgos afectivos.
Como educadores y como orientadores hemos
podido comprobar la variación en los resultados del
aprendizaje de alumnos que quieren aprender,
que desean, que lo necesitan y los que pasan
sin interés por los temas, que la motivación

y las experiencias influyen en el
aprendizaje es algo generalmente reconocido.

La “decisión” de aprender, la “necesidad”  de aprender
para lograr un puesto son elementos que pueden
favorecer el aprendizaje, siempre que no lleven el
nivel de tensión hasta el bloqueo.


No se pueden olvidar los rasgos fisiológicos, que también
influyen en el aprendizaje.
Todos los rasgos que hemos descrito sirven como
indicadores para identificar los distintos Estilos de
Aprendizaje de los alumnos y de los profesores.
Indican sus preferencias y sus diferencias y deben
tenerse en cuenta en el diseño de los
procesos de Enseñanza-Aprendizaje.